bookmark_borderDespués de montar en bicicleta, Esperanza Aguirre… ¡me invita a correr con ella!

EspeBici

Esperanza Aguirre se dio una vuelta ayer en bicicleta con Mariano por Madrid Río. Creo que no queda nadie por enterarse, ya que la colección de montajes ha sido digna de recopilación para sorna y pitorreo. Ahí la tenemos en una de las fotos de su Instagram…

Pero esta mañana me he enterado de que Esperanza no solo es ciclista, sino que también es corredora.

Sí, Esperanza Aguirre va a correr y me ha invitado a correr con ella. Qué detalle, de verdad.

Pero hay un problema: me ha escrito el Partido Popular de Madrid, y yo no tengo nada que ver con ellos. Aparte de colocar la correspondiente denuncia en la Agencia Española de Protección de Datos, les he pedido una explicación para que me cuenten de dónde demonios han sacado mi dirección de correo electrónico, y aunque ya lo tengo claro, quiero ver la contestación que me dan.

EmailEspe

A algún gaznápiro de ese partido se le ha ocurrido la brillante idea de enviar un correo electrónico con publicidad de esta carrera desde la cuenta (info@ppmadrid.es) a bastante gente que está incluida en un fichero que no es del Partido Popular de Madrid, y cuyo titular, cuando recogía los datos para apuntarse a carreras populares, ni nos ha contado que se iban a ceder ni a quién, ni cuando ha hecho la primera cesión tampoco nos ha informado.

Me da igual que se monte en bicicleta, se ponga en tanga, o que se vista de bombero como otro de los candidatos. Cada uno es libre de hacer lo que quiera una vez cada cuatro años. Pero lo que no me da igual es que vayan por ahí usando direcciones de correo sin permiso, y que haya empresas que se las faciliten, también sin permiso.

bookmark_borderEl peligro de la «cosecha propia»

He recibido una solicitud certificada donde una persona envía un escrito firmado, acompañando fotocopia de su DNI. A primera vista nada fuera de lo normal. Parecía la típica solicitud de ejercicio de algún derecho «eleopediano». Pero… ¡ay, amigo Félix, como dice la canción! ¡tú que pensabas que sólo iba a ser eso!

La cartita en cuestión incluye una declaración en las que el firmante indica que no quiere que se realicen diversos tratamientos de sus datos. Por apartados, muy bien estructurada, con explicaciones extensas: cesión de datos, análisis de perfiles, encuestas… No a todo. No a todos los tratamientos de datos posibles que se estuvieran desarrollando. Hasta ahí, curioso por el formato, pero nada más.

Sin embargo, el último párrafo de esa «declaración» dice lo siguiente. Literal, lo prometo:

Estas preferencias estarán vigentes mientras no las revoque expresamente por escrito, no siendo válida la revocación por la mera aceptación de un formulario o contrato en el que estén incluidas las cláusulas de aceptación de tratamiento de datos.

¿Mande…?

Como «Dios Google» lo sabe casi todo, porque prácticamente todo lo escrito está ya colgado en Internet, no he tenido más que poner un parrafito entre comillas para ver que se trata de este mismo escrito, que la empresa ONO utiliza para sus clientes en determinados casos de asistencia técnica. Le han quitado unos párrafos, y el firmante ha «perpetrado» de su propia cosecha el parrafito de marras.

Para que luego me queje de los del «coste cero», o de los aficionados a redactar «políticas de privacidad» en España.